sábado, 4 de diciembre de 2021

El gravísimo problema de las partículas sedimentables en el aire de Gijón

Nubes de polvo sinter Arcelor [CEd'A]

Con los datos que facilita la Consejería de Infraestructuras, se ve que continúa el problemón de las partículas sedimentables (PS) en los lugares donde se han puesto captadores de partículas en Gijón/Xixón, lo que no deja de ser sorprendente en vista de los valores alcanzados y dónde se ubicaron las estaciones.
Las PS no permanecen mucho tiempo en atmósfera y se depositan, por lo general, cerca de los focos de emisión por su peso, pero es cierto que a veces el viento y las corrientes los alejan de los emisores.
Las PS suponen un riesgo menor para la salud que las partículas más pequeñas las Pm2,5 y las Pm10, pero, aunque sean más grandes que las 2,5 y 10, también tienen efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud.
Espectaculares siguen siendo los datos de las campañas de medición realizados en Gijón en los últimos años, destacando los valores alcanzados en algunas estaciones de las que dan datos, porque igual eran todavía mucho más exagerados en otras ubicaciones:
  • Cerillero con un valor récord de 4.901 mg/m2×día.
  • Jove con un valor récord de 672 mg/m2×día.
  • Lauredal con un valor récord de 1.039 mg/m2×día
La composición mayoritaria de las partículas sedimentables procede de hierro, pero también se aprecian otros metales como cadmio, aluminio, magnesio,
Las PS dañan la superficie, reduciendo la capacidad de fotosíntesis de las plantas, incorporan mediante la fracción soluble metales pesados biodisponibles; contaminan el ag ua, y a los organismos vivos. Existe un riesgo indirecto para las personas al entrar en la cadena alimentaria los metales pesados que contienen, que son persistentes y, por lo tanto, acumulativos.
Las PS no solo afectan a la salud, también a la estética, por la suciedad que producen y el mayor coste en limpieza, causan daños sobre los exteriores de los edificios, oxidación y abrasión de los metales, ensuciamiento de torres de refrigeración, sistemas de admisión de aire exterior, placas solares y, en definitiva, afectan a la calidad de vida de quienes las sufren.
El Decreto 833/1975, de 6 de febrero, por el que se desarrolla la Ley 38/1972, de 22 de diciembre, de protección del ambiente atmosférico, en su Anexo I apdo. 7.1., fijaba como valor de referencia para las partículas sedimentables 300 microgramos por metro cuadrado (concentración media en veinticuatro horas).
Algunas Comunidades Autónomas, ante el vacío legislativo que provocó la derogación de este valor de referencia de 300 mg/m2×día, mediante el Real Decreto 1073/2002, de 18 de octubre, sobre evaluación y gestión de la calidad del aire ambiente en relación con el dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno, partículas, plomo, benceno y monóxido de carbono, [derogado por el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire] han optado por legislar y establecer límites a las partículas sedimentables. No es el caso de Asturias, a pesar del grave problema que hay en muchos lugares con estos contaminantes y de que el Defensor del Pueblo se lo pidió en vista de la gravedad de los datos en los años anteriores, pese a lo cual, el Principado hace caso omiso y no regula este contaminante.
En Asturias no vemos ningún impedimento para que se incluya la regulación de las PS, porque hasta ahora solo se preocupan de medir la cantidad en determinadas zonas que vienen marcando valores importantes y fuera del rango de los 300 mg/m2.
Los datos que facilitan los captadores detectan un serio problema en el entorno donde viven miles de vecinos que tienen derecho a respirar un aire no contaminado, además de buenas palabras precisan soluciones.
[Coordinadora Ecoloxista d’Asturies]

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