domingo, 21 de enero de 2018

Asturies por un aire sano se reune con distintos responsables políticos

Los pasados días 18 y 19 de enero de 2018 tuvieron lugar sendas reuniones con el consejero responsable de Medio Ambiente y con eurodiputadas y representares de diversos grupos políticos.

El objetivo de ambas reuniones era trasladarles nuestra exigencia de medidas reales y contundentes contra la contaminación con un control exigente de los incumplimientos continuos de la normativa vigente.

Reunión en la Consejería 18/1/2018

Por parte de la Consejería asistieron el Consejero de Infraestructuras, el Viceconsejero y la Directora General de Prevención y Control Ambiental.

Por parte de la Plataforma Asturies por un Aire Sano asistimos 10 representantes de los concejos de  Castrillón, Carreño, Corvera, Gijón, Gozón y Oviedo. Como portavoz actuó Adrián Arias (presidente Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de Gijón).
Fernando Lastra, Benigno Fernández y Elena Marañón,  con los miembros de la Plataforma. /  P. LORENZANA (El Comercio)
Fernando Lastra, Benigno Fernández y Elena Marañón,
con los miembros de la Plataforma. /  P. LORENZANA (El Comercio)

En primer lugar intervino el consejero para reconocer que había un problema de contaminación atmosférica en Asturies pero que iban a hacer todo lo posible por reducirlo.

Adrián Arias explicó que el problema de la contaminación es un problema que afecta a gran parte de Asturias y que su origen era principalmente industrial, como reconoce la propia Consejería.

A continuación expone el asunto de los cambios de ubicación de las estaciones de medición de contaminación. El consejero dice que no se pueden cambiar de sitio las estaciones sin un informe técnico de un organismo oficial que acredite la idoneidad del cambio, que cambiarlas sin ese trámite podría invalidar todas las mediciones de la estación. El organismo habilitado para realizar esos informes es el Carlos III. La idea original es que este instituto hubiese realizado el informe sobre los cambios de ubicación de las estaciones en el 2º semestre de 2017 pero sus técnicos no estuvieron disponibles y se pospuso para el 1er. semestre de 2018. La consejería acatará las conclusiones de ese informe y colocará las estaciones conforme al  mismo.

Más información

Reunión con las eurodiputadas 19/1/2018

La reunión tuvo lugar en los locales de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de Gijón.

Asistentes

Representantes políticos
  • EQUO Asturies: Eduardo Campomanes, en representación de Florent Marcellesi, Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. Miembro, entre otras, de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. Más información.
  • PSOE: Javier Ballina Díaz, asistente del eurodiputado Jonás Fernández Miembro, entre otras,  de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Más información.
  • Izquierda Unida: Luis Miguel Fernández Romero (IU Gijón) y Ángel M. García Vega (IU Carreño), en representación de la eurodiputada Ángela Vallina, Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica. Miembro, entre otras, de las Comisiones de Desarrollo Regional y de la de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. Más información
  • Podemos: Estefanía Torres Martínez, Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica. Miembro, entre otras, de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria; Tania González Peñas, Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica. Miembro, entre otras, Comisión de Transportes y Turismo; Héctor Piernavieja, diputado en la Junta General del Principado; David Alonso Medina, concejal del Ayuntamiento de Gijón y 5 personas más.
No asistieron los representantes de los grupos siguientes:
  • Foro: Doña Carmen Fernández Gómez, Diputada de la Junta General del Principado. Se disculpó antes de la reunión por no poder asistir.
  • Partido Popular: María Fe Gómez Alonso, Diputada de la Junta General del Principado.
  • Ciudadanos: Diana Sánchez Martín, Diputada de la Junta General del Principado.
Se ha de reseñar que hubo un problema en la convocatoria debido a un error en la dirección de la FAV que se remitió a los convocados y por el que se reiteran las disculpas a las personas afectadas.

Plataforma Asturies por un aire sano (AxAS)
 
Por parte de la Plataforma Asturies por un Aire Sano asistimos representantes de los concejos de  Avilés, Castrillón, Carreño, Corvera, Gijón, Gozón, Oviedo y Siero. Como portavoz de la Plataforma actuó Adrián Arias (presidente Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de Gijón).

Principales conclusiones

La reunión comenzó señalando la representación de la Plataforma la gravedad del problema que se sufre en Asturias, en especial en su zona central,  y se plantearon a los representantes políticos tres cuestiones iniciales:
  • Cuál es su diagnóstico de la situación de la calidad del aire en Asturias,
  • Acciones a tomar en breve plazo con efectos visibles reales
  • Qué posibilidades ven de acción política conjunta y coordinada en favor de la calidad del aire y de apoyo a la iniciativa de AxAS de trasladar el problema a la Unión Europea. 
Como principales conclusiones pueden extraerse la coincidencia en el diagnóstico; las dificultades para encarar el problema; la necesidad de actuar de manera contundente tanto en el corto, como en el medio y largo plazo; la necesidad de una actuación consensuada, que sume esfuerzos; y por último el apoyo a trasladar a la Unión Europea el problema para exigir también la implicación de nuestros representantes ante Europa y la propia exigencia de responsabilidades a la Unión Europea en este grave problema de salud pública.




viernes, 19 de enero de 2018

¿Cómo podemos conseguir municipios más saludables?

Nuestro bienestar, nuestra salud, depende de las condiciones sociales, económicas, políticas, ambientales, culturales, educativas, geográficas y sanitarias del lugar donde vivimos, crecemos y nos relacionamos. Para garantizar un bienestar adecuado es necesario el esfuerzo coordinado de diferentes sectores que trabajan en el territorio: educación, transporte, igualdad, obras públicas, urbanismo, sistema sanitario, servicios sociales, medio ambiente…

Estas buenas condiciones garantizan la aparición de menos problemas de salud y una mejor evolución, calidad de vida y pronóstico en el momento que pudiera aparecer alguna enfermedad. El esfuerzo de garantizar estas buenas condiciones depende de diferentes protagonistas que viven y trabajan a nivel local (Marchioni, 2013): las diferentes administraciones, los recursos técnicos y de una forma importante y fundamental la propia ciudadanía.

De forma resumida, estas serían algunas recomendaciones para conseguir municipios más saludables siguiendo algunas de las evidencias científicas disponibles en la actualidad*:

– Municipios que participan y que cuidan. Aquellas comunidades que tienen mayor nivel de cohesión, un alto nivel de cuidados (materiales e inmateriales), más sentido de pertenencia al lugar en el que viven, mejores redes sociales y de apoyo y más tejido asociativo son comunidades con un mayor nivel de bienestar. La soledad crónica tiene tanto riesgo como fumar 15 cigarrillos al día. Mejorar las redes sociales y generar comunidades cohesionadas hace que las personas puedan vivir más años y que los años que se viven de más sean con buena salud.

El papel de la ciudadanía es además clave en el cuidado y en el uso responsable y adecuado de los serviicos públicos ( por ejemplo en el uso adecuado de los servicios de salud, educativos o sociales).

– Garantizar un buen sistema educativo. Tener un buen sistema educativo es un elemento fundamental para garantizar el bienestar y la salud de una comunidad. Una educación de calidad tiene efectos en evitar las desigualdades, mejorar la autoestima y formar a mejores ciudadanas y ciudadanos.

De forma general, por cada euro invertido en educación se recuperan ocho euros en términos de beneficios de salud. Un buen sistema educativo favorece más protección ante la aparición de conductas violentas (violencia machista o acoso escolar), favorece conductas más saludables y reduce riesgos de aparición de enfermedades cardiovasculares y diabetes en la vida adulta.

-Igualdad efectiva y equidad de género. Establecer políticas e intervenciones activas que, en los municipios, faciliten la igualdad legal y efectiva entre hombres y mujeres. Establecer medidas para que todas las actuaciones contempladas anteriormente – en educación, empleo, oferta cultural, sanidad…- se realicen en términios de igualdad entre mujeres y hombres y con una perspectiva de equidad: con más atención para aquellas personas que por sus características más lo necesitan.

– Garantizar empleo y garantizarlo en condiciones de calidad. Tener un empleo y poder desempeñarlo en buenas condiciones tiene un efecto beneficioso para la salud.

Los problemas de desempleo, precariedad, salud laboral o estrés (por no tener trabajo o por tenerlo en malas condiciones)  están altamente relacionados con problemas de salud mental, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas.

– Más movilidad activa, entornos más “paseables”. Favorecer espacios, y un diseño seguro y agradable de nuestros pueblos y ciudades que favorezcan que las personas podamos caminar más o utilizar más transporte activo como la bicicleta. Generar condiciones para el trabajo, el ocio y el tiempo libre que permitan que las personas realicen más movilidad activa, y puedan integrar la actividad física en el día a día.

En un estudio del King´s Fund publicado en 2015 en el Reino Unido, se señala que por cada libra invertida en favorecer el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano, el Sistema Nacional de Salud recupera 4 libras reduciendo costes de salud. Si Inglaterra tuviera una infraestructura en bicicletas similar a la de Holanda, se podrían ahorrar 1,6 billones (con b) de libras al año al Sistema Nacional de Salud. Más aún:  en este mismo estudio se valora que por cada persona que dejara de utilizar el coche en su rutina diaria para desplazarse y lo hiciera caminando o en bicicleta, se podrían ahorrar unos 870 euros por persona al año (en términos de beneficios para las personas,  en costes al Sistema Nacional de Salud y en reducción de la contaminación atmosférica).
Además, este tipo de medidas tiene un impacto demostrado en mejorar la supervivencia, la calidad de vida y la disminución de incidencia de muchas enfermedades (como las cardiovasculares y diferente patología tumoral).

– Sistema sanitario público, universal y de calidad. La sanidad pública y universal es un elemento imprescindible para garantizar la prevención, los cuidados y la atención sanitaria a la población. Uno de los elementos que garantiza que el sistema sanitario sea adecuado es que tenga un sistema de Atención Primaria fuerte y de calidad.
Existe abundate evidencia científica que demuestra que un sistema sanitario que pone en el centro del mismo a la Atención Primaria es más eficiente, reduce las desigualdades en salud y obtiene mejores resultados de salud en la población.

– Viviendas dignas. La vivienda tiene un impacto importante en el bienestar fundamentalmente en grupos poblacionales como son la infancia y las personas mayores. Tener hogares dignos y seguros está relacionado con mejor calidad de vida, menos accidentes, mejoras de las relaciones sociales y disminución en el absentismo escolar y laboral.

– Más y mejor transporte público. Generar políticas municipales (y autonómicas) que favorezcan un transporte público económico, accesible, integrado y de calidad.

Cerca del 80% de los viajes en coche que se hacen para distancias menores de 8 kilómetros podrían realizarse caminando, usando la bicicleta o utilizando un transporte público (Cabinet Office Strategy Unit 2009). En aquellos casos en que sea necesario un transporte de motor, sería enormemente positivo favorecer el uso del transporte público.

– Disminuir la contaminación del aire. Establecer políticas para el control y la regulación de emisiones, favorecer movilidad y el uso de transportes públicos, invertir en diseños urbanos sostenibles y energías renovables.
La contaminación del aire está relacionada con varias causas de mortalidad prematura. Disminuir la contaminación del aire incrementaría 11 años de vida en personas que de otra forma morirían prematuramente.

– Disminuir las desigualdades sociales y económicas. Diferentes estudios, realizados en lugares muy diversos del mundo, señalan las desigualdades sociales y económicas como un elemento que genera enfermedad y mortalidad prematura evitable. Comunidades con menos desigualdades económicas son comunidades más saludables.

– Equidad. Es decir, que las intervenciones anteriores lleguen a todas y todos pero proporcionalmente a quien más las necesita. Tener una mirada de equidad en todas las intervenciones. Tener en cuenta que las intervenciones mencionadas llegan a los grupos de personas que por motivos de edad, género, situación económica, clase social, nivel educativo, aspectos culturales, orientación/identidad sexual o diversidad funcional más lo necesiten.

* Algunas de las recomendaciones han sido extraídas de los siguientes documentos:


Para más información sobre la situación de salud en los diferentes municipios de Asturias consultar la página web del Observatorio de Salud en Asturiashttp://obsaludasturias.com/

Fuente: Cofiño Fernández, Rafael : ¿Cómo podemos conseguir municipios más saludables? Texto publicado en la sección de salud del periódico La Nueva España viernes, 19 de enero 2018 https://saludcomunitaria.wordpress.com/2018/01/23/como-podemos-conseguir-municipios-mas-saludables/


Contaminación: más allá del aire inspirado


Félix Payo Losa
Alegato en favor de una forma más sana de producción y de convivencia entre el ser humano y la ecosfera

El pasado mes de septiembre en Madrid se pusieron en marcha medidas de restricción del tráfico en el casco urbano como tratamiento circunstancial frente a la contaminación provocada por las emisiones de vehículos y las calefacciones alimentadas por combustibles fósiles: carbón, gas natural y petróleo (gasoil). Estas medidas iniciales suscitaron fuertes protestas de la oposición política municipal. Sin embargo, frente a las medidas similares adoptadas con posterioridad apenas ha habido protestas. Parece entenderse que los ciudadanos y los políticos están aceptando, de una u otra manera, que las medidas contra la contaminación de la atmósfera pueden ser eficaces, aún en circunstancias provisionales. Este hecho sugiere que la lucha contra la contaminación de una forma activa y decidida está ganando posiciones y permite un cierto optimismo al abordar estos problemas.

En ciertos círculos científicos europeos se especula con la idea de que la contaminación de la atmósfera es un problema "de los otros", "lejano", no nuestro. Fue un gran biólogo y ecologista norteamericano, Barry Commoner (1917-2012), quien participó en la Segunda Guerra Mundial y fue candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 1980, el que alertó sobre la gravedad de la toxicidad de las dioxinas y compuestos tóxicos persistentes. En sus publicaciones, argumentaba que las tres principales causas de la degradación de nuestro entorno son la superpoblación, el aumento de la riqueza y los avances tecnológicos. Commoner sentó las bases para que numerosos investigadores europeos demostraran que la contaminación de la atmósfera de las ciudades en términos de partículas (PM microgramos/metro cúbico de aire inspirado) producía incrementos en los índices de mortalidad y una elevación del número de pacientes con bronquitis, rinitis, asma y enfisema que requerían atención médica urgente en centros de salud, coincidiendo con los episodios de contaminación atmosférica. Estos efectos de la contaminación del aire que se respira se mostraron especialmente graves en niños y en adultos con enfermedades crónicas, principalmente cardiacas y respiratorias. En estas últimas décadas se ha descrito una enfermedad del corazón provocada específicamente por la inhalación crónica de la atmósfera contaminada.

Commoner ha hecho unas aportaciones lúcidas y originales sobre los problemas del medio ambiente. Se relacionan las causas directas del deterioro ambiental y se asocian con sus implicaciones sociales, económicas y políticas. Son los cuatro principios ambientales de Barry Commoner, que ponen las bases de las ciencias ambientales modernas.

1) Todo está relacionado con todo lo demás. La naturaleza es compleja y funciona a través de un gran número de ciclos interrelacionados y dinámicos que dan estabilidad y hacen que todo sirva para algo. En la naturaleza no existe el concepto de desecho, mientras que en los procesos industriales sí. Estos desechos no cumplen una función en los ciclos naturales, sino que los perturban y generan deterioro y contaminación. En la actualidad, tibiamente se están elaborando evaluaciones de impacto ambiental para entender estos efectos antes de iniciar un proyecto productivo. Pero casi siempre todo acaba poniendo parches y con una incapacidad manifiesta de sustituir los intereses particulares por la prevención.

2) Todo va a dar a algún lado. Durante mucho tiempo se quiso pensar y actuar como si las descargas, emisiones y residuos desaparecieran por arte de magia. Después se pasó a reconocer que sí se incorporaban al medio ambiente, pero se suponía que se diluían de tal manera que su amenaza desaparecía (la solución a la contaminación es la dilución). Las evidencias dan ejemplo tras ejemplo de lo contrario: el recalentamiento del planeta por acumulación de gases de invernadero; la gradual desaparición de la capa de ozono por la acumulación de clorofluorurocarbonos; la acumulación de sustancias tóxicas en los ríos, lagos y mares, en el aire y en los suelos; la lluvia ácida que se genera por la acumulación de gases en la atmósfera (SO2, NOx ) y que acidifica lagos y suelos, a veces lejos del punto de emisión; la acumulación de hidrocarburos, dióxidos de nitrógeno y partículas en el aire urbano, acumulación de contaminantes en los seres vivos (mercurio, plomo, dioxinas). Además del deterioro ambiental, se produce pérdida de suelos, pérdida de bosques, pérdida de ecosistemas naturales, pérdida de biodiversidad (esto es, pérdida de especies animales y vegetales que se han extinguido por acción del hombre). Estos efectos son en gran medida irreversibles.

3) Nada es gratis. Cualquier actividad que desarrollemos sobre la tierra para nuestro sustento, bienestar o capricho tiene un coste. Esto ha tratado de ignorarse. El resultado es que los costes ambientales no los paga quien los produce, sino que se repercuten sobre todos, en general, y sobre quienes resultan directamente afectados, en particular. Gran parte de nuestras actividades productivas de la tecnología moderna serían antieconómicas si los costes ambientales se consideraran. Muchos de los costes ambientales son impagables: la pérdida de suelos agrícolas, la contaminación irreversible de los mares, el sufrimiento de las personas que padecen enfermedades causadas por la contaminación. Barry Commoner calcula que si la industria química de los Estados Unidos hubiera tenido que pagar la destrucción de todas las sustancias que produjo en 1990, habría abonado un monto diez veces mayor que sus propias utilidades. Es decir, la industria química de Estados Unidos habría sido incosteable si hubiera cumplido con sus obligaciones ambientales.

4) La Naturaleza es más sabia. El hombre, en su lucha contra la Naturaleza, deteriora la atmósfera y no puede sostener la vida humana. Así, quien ha vencido es la Naturaleza y la especie humana desaparecerá del planeta. Pero la ecosfera recuperaría su salud en algunos miles de millones de años para seguir su vida sin nosotros. Tenemos que tornar a una forma más sabia de producción y de convivencia entre nosotros y la ecosfera. Una forma más sensible, compleja y simbiótica con respecto al resto de la Naturaleza.

Fuente: Un artículo del doctor Félix Payo Losa, La Nueva España 19.01.2018: http://www.lne.es/salud-repositorio/2018/01/19/contaminacion-aire-inspirado/2224625.html

lunes, 15 de enero de 2018

Trabajo y cambio climático: hacer sindicalismo como si nos fuera la vida en ello

Elegir entre mantener tu puesto de trabajo o cerrar una central térmica enormemente contaminante es una elección complicada. Imposible. Absurda.

CONTRA EL DILUVIO
Activista participante en el bloqueo a una mina gigante de lignito
en Alemania. Foto CC: Fabian Melber


Iberdrola anuncia el cierre de sus dos últimas centrales térmicas en Asturias y Palencia. CCOO y UGT hablan de la pérdida de empleos, de agonía económica en la región, de una “demagogia excesiva contra el carbón”. Los grupos ecologistas lo celebran, piden más pasos en esta dirección y resaltan que solo la planta de Lada, la de Asturias, genera el 20% de las emisiones de centrales térmicas en el territorio. Ante estas circunstancias, se podría pensar que existe una contradicción insalvable entre el ecologismo y el sindicalismo en ciertos sectores económicos. Si así lo parece se debe a que hace ya unas cuantas décadas perdimos una batalla importantísima.

No demos rodeos: es verdad que elegir entre mantener tu puesto de trabajo o cerrar una central térmica enormemente contaminante es una elección complicada. Imposible. Absurda. De hecho, y aquí está parte del problema, la gran victoria política del capitalismo en las últimas décadas ha consistido en trasladar el eje del debate ecologista a una dimensión personal, sectorial en el mejor de los casos. Todos somos más o menos responsables de la cuestión ecológica, como “ciudadanos del mundo”, y por lo tanto todos debemos sacrificarnos. Aquí, como pasa tantas veces, hay un grano de verdad oculto en un campo de mentiras.

Es cierto que vamos a tener que cambiar de manera profunda la manera en la que vivimos, y que eso atravesará nuestros hábitos y preferencias personales. Pero es todavía más cierto que la responsabilidad ecológica hoy en día no recae en todo el mundo por igual. La diferencia es tan enorme que, como explica Connor Kilpatrick, en la década de los 70 los asesores de grandes grupos empresariales comentaban alarmados que la cuestión medioambiental podía “convertirse en la base para un ataque general contra todo el sistema industrial…  la base para un ataque universal contra las instituciones empresariales privadas”; la fuerza del mensaje ecologista estaba precisamente en que la mayor parte de la culpa de la contaminación se podía atribuir a un pequeño grupo de villanos cuya riqueza y poder les convertían en excelentes cabezas de turco.

Esta oportunidad dorada para un ataque universal contra el capital se acabó redirigiendo con éxito notable hacia una batalla dentro de la propia clase trabajadora, una batalla entre su aspiración por vivir de su trabajo y su aspiración a no morir envenenada. Una batalla, por cierto, que la derecha y sus medios son capaces de instrumentalizar con una precisión quirúrgica. No hay más que pensar en el falso debate del que se nos informa de manera machacona cada vez que las buenas gentes de Madrid deben, supuestamente, elegir entre la asfixia o utilizar su coche en una sociedad construida de arriba a abajo alrededor del motor de combustión.

Es una estrategia exitosa. Se pinta a la izquierda como moralista, alarmista, con ganas de entrometerse en la vida privada de los demás, de coartar su libertad. La derecha y el capital son los amigos del hombre de la calle, que ya tiene suficiente con mantener su trabajo de mierda como para que ahora le digan que se preocupe del cambio climático o de buscarse la vida para llegar al trabajo a tiempo sin usar el coche. La verdadera raíz de la desidia o el negacionismo ante la crisis ecológica no es la ignorancia, o no únicamente, es el verlos como una amenaza contra nuestra ya precaria seguridad económica. No es que a nadie le importe, o que nadie esté dispuesto a luchar. Es que nadie quiere arriesgarse, perder todavía más. Y no parece haber manera posible de ganar desde una perspectiva individualista y atomizada.

Es fácil proponer la solución en abstracto: la única salida pasa por hacer que el sindicalismo, y en general toda lucha social y política, haga de la cuestión ecológica un tema central. A esto se le podría sumar la cuestión de género, la precarización del trabajo, el impacto de las nuevas tecnologías o el peso creciente de sectores olvidados por el sindicalismo tradicional. Los retos son muchos y complicados, y casi se puede entender que algunos elijan atrincherarse en sus reinos menguantes antes que reinventarse para volver estar a la cabeza de la batalla laboral.

Sin embargo, el problema específico de lo ecológico es incluso más dramático: cada año se hace más evidente que nos dirigimos a un callejón sin salida. El capitalismo requiere de un crecimiento ilimitado cuyo efecto colateral es la devastación medioambiental y la eliminación progresiva de puestos de trabajo necesarios. Cada vez habrá menos trabajos estables, peor pagados, más alienantes. Cada vez será más difícil la elección entre la supervivencia colectiva a largo plazo y el llegar a fin de mes. Las derrotas colectivas generan debilidad, y la debilidad genera la falta de confianza y combatividad que a su vez llevan a nuevas derrotas. Es un círculo vicioso del que es difícil salir, pero del que tenemos que escapar a toda costa.

Si las respuestas en abstracto suelen ser fáciles, las soluciones concretas suelen ser mucho más complejas. ¿Qué puede y debe hacer el sindicalismo en esta situación de emergencia? Para empezar, podemos hablar del tema, como repetimos tanto en Contra el Diluvio: seamos sindicalistas o no, poner el cambio climático sobre la mesa es un paso necesario. Las reivindicaciones concretas variarán sin duda según el lugar de trabajo, pero Daniel Tanuro propone ciertas líneas generales en positivo en una entrevista reciente: la reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial; la creación o potenciación de empresas públicas en ámbitos directamente relacionados con la cuestión climática como el transporte público, la energía renovable, la renovación urbanística y de ecosistemas; el control colectivo y democrático de la producción, etc.

También hay aristas complejas que no podemos obviar: los trabajos “problemáticos” en lo que se refiere al cambio climático (minería, automóviles, …) suelen tener mayor tasa de afiliación sindical y mejores condiciones laborales, todo lo contrario que los empleos que en teoría van en la buena dirección (energías renovables, cuidados…). En última instancia hay una serie de trabajos que, literalmente, deberán dejar de existir, y otros que debemos conseguir que existan o se potencien enormemente. El sindicalismo que necesitamos no puede dejar de lado a los trabajadores y las comunidades que dependen de los tipos de trabajo a extinguir, ni puede aparcar indefinidamente la cuestión climática para conseguir victorias puntuales.

¿Cómo podemos conseguir esa unidad de clase y lucha contra el cambio climático? La próxima vez que alguien intente enfrentar a “trabajadores” y “ecologistas”, a “conductores” y “peatones”, podemos decir lo siguiente: tenemos más en común que los que nunca aparecen en el debate. El capital va a hacer todo lo posible para que el trabajador de una central térmica en Asturias y la conductora frustrada por las restricciones de tráfico en Madrid perciban a la cuestión ecológica como una amenaza. No lo es. La amenaza es el sistema que les hace elegir entre su trabajo y su vida.

Todo lo que podemos esperar de las mejores intenciones del capitalismo por mitigar el cambio climático son ayudas públicas para la compra de un coche eléctrico y un panel solar en nuestra tumba. No es suficiente. Combatir el cambio climático necesita de todo nuestro esfuerzo productivo, de nuestro ingenio y dedicación. Necesitamos cada mano y cada cabeza trabajando por un fin común. Habrá que tirar abajo las barreras artificiales que mantienen a millones de personas en el paro, los incentivos suicidas que nos obligan a fabricar sin parar basura que nadie necesita ni puede permitirse. Habrá que cambiar cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo nos relacionamos, cómo planeamos nuestro futuro. Y aquí sí veremos la verdadera contradicción insalvable, la que hay entre la inmensa mayoría y los que acabarán con todo por defender su derecho sagrado al beneficio económico. No es fácil dar un giro radical a esta situación, si no ya estaría hecho, pero no podemos esperar más para ponernos en marcha. La realidad, mal que nos pese, es que nos va la vida en ello.

Fuente: Antonio Maestre, Apuntes de clase, La Marea, 15/01/2018
https://apuntesdeclase.lamarea.com/analisis/trabajo-y-cambio-climatico-hacer-sindicalismo-como-si-nos-fuese-la-vida-en-ello/


viernes, 12 de enero de 2018

El veneno es veneno

Charles Gasparovic
Cada mes crece el número de estudios que muestran que la contaminación del aire es nociva, incluso durante exposiciones de corta duración o a niveles mucho más bajos que las directrices vigentes de la Unión Europea. 

En uno de los estudios publicados en diciembre de 2017, realizado por investigadores de la Universidad de Harvard de EEUU, se mostró que cuanto más sube la media diaria de partículas de diámetro menor de 2,5 micrómetros (PM2,5), más aumentan las muertes en una población de personas mayores, incluso a niveles por debajo de 10 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Concretamente, cada incremento en la media diaria de 10 µg/m3 fue asociado con un aumento de alrededor de 1% en la tasa de fallecimientos.

En otro estudio, publicado en International Journal of Cardiology 250 (2018) 35–42, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona mostraron una asociación muy similar entre PM2,5 o PM10 (partículas de diámetro menor de 10 micrómetros) y la frecuencia de ingresos hospitalarios y muertes por infartos cardiacos. De nuevo, cada aumento en la media diaria de 10 µg/m3 , de PM2,5 o PM10, fue asociado con un aumento de alrededor de 1% en infartos y en muertes.

Pero los asturianos no necesitan recurrir a Boston ni a Barcelona para comprobar que existe una relación entre polución y enfermedades en nuestras ciudades. El Principado llevó a cabo un estudio epidemiológico, Calidad del Aire y Salud en Asturias. Informe epidemiológico 2016 [pdf: http://cort.as/mF4H], que muestra que las subidas en los ingresos hospitalarios en Gijón, Oviedo y Avilés por razones respiratorias o cardiovasculares están asociados con picos de contaminación.

En definitiva, varios estudios de diferentes partes del mundo apuntan a la misma conclusión: sea cual sea la dosis, el veneno es veneno. Según la Comisión de Contaminación y Salud del prestigiosa revista Lancet, el cóctel de veneno que respiramos en la mayoría de las ciudades del mundo es la mayor causa ambiental de enfermedad y muerte, responsable de más de nueve mil millones de muertes prematuras en 2015 (Lancet, 19 octubre 2017).

Por eso es difícil comprender algunos comentarios de las responsables de medio ambiente de Gijón cuando aseguran que episodios de picos de contaminación - como los causados por el reciente incendio del desguace - no son causas de preocupación en la población, que lo único importante es que la media diaria de contaminación sea menor que una directriz. Estas responsables deben seguir la evidencia científica más atentamente y recordar que las directrices son establecidas no por los científicos sino por los gobiernos u otras organizaciones como metas para reducir los efectos dañinos de la contaminación, no para eliminarlos. Es una mala interpretación de ellas concluir que un valor de contaminación menor de una directriz es, de repente, “sano y seguro” en vez de perjudicial. Al fin y al cabo, el veneno es veneno y, según la ciencia, sí, es causa de preocupación.

Charles Gasparovic, investigador en neurociencia en la Universidad de Nuevo México, EEUU
Gijón, 8 enero 2018
Publicado en La Nueva España 12/01/2018

Otras intervenciones de Ch. Gasparovic en Gijón




martes, 9 de enero de 2018

No se puede seguir así

La labor inspectora de las administraciones está demostrándose insuficiente lo que se agrava con unas prácticas empresariales más que mejorables en materia de prevención de riesgos y protección ambiental.

El incendio de los pasados 4 y 5 de enero en Desguaces Daniel G. Riestra pone en evidencia un modelo industrial de dudosa viabilidad y que provoca reiterados accidentes en nuestra región. No se puede apelar a la mala suerte y a los imponderables ante un incidente como este. Todos los indicios apuntan a una sucesión de incumplimientos tanto por parte de la empresa como de las administraciones obligadas a hacer cumplir la normativa vigente.

No solo fallaron los hidrantes, probablemente tampoco se cumplía la normativa en cuanto al número de los mismos y su ubicación. Parece evidente una deficiente separación de los componentes y un control insuficiente del proceso.

En último término, es probable que no se cumplieran correctamente los requisitos "para su seguridad en caso de incendio, para prevenir su aparición y para dar la respuesta adecuada, en caso de producirse, limitando su propagación y posibilitando su extinción, con el fin de anular o reducir los daños o pérdidas que el incendio pueda producir a personas o bienes", tal y como recoge el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales.

Este no es el primer incidente en la empresa. Cabe recordar no solo el anterior, también el relacionado con la aparición de material radioactivo en agosto de 2003 (Informe del Consejo de Seguridad Nuclear al Congreso de los Diputados y al Senado Año 2004, vid. pág. 197). Se trata de una actividad que entraña claros riesgos por la variedad de materiales con los que trabaja y que seguramente deba mejorar sus procesos de control y prevención de riesgos.

Contra el chantaje del empleo y por la viabilidad de la empresa se lucha desde la exigencia de los trabajadores, de las administraciones y del propio sector empresarial. Otra cosa es alimentar la competencia desleal, el dumping y las malas prácticas que pueden acabar en desgracias como estas, afortunadamente sin víctimas que lamentar.

Estamos hablando de riesgos ciertos para las personas: los trabajadores de la empresa y para los que tuvieron que intervenir para atajar el incendio. Y hablamos también de graves riesgos ambientales, a pesar de que en los comunicados de las propias empresas afectadas o de los organismos oficiales se tienda a minimizarlos o incluso ocultarlos. Esa madrugada, en la Arena se alcanzó un pico de 211 µg/m3 de PM10 a las 5. En el Llano de 181 µg/ m3 a la 1. Y en la escondida de la Calzada se alcanzaron los 105 µg/ m3 a las 24 horas. La norma fija 50 µg/m3 de media en 24 horas.

Exigimos que los expedientes que deben incoarse arrojen luz sobre las razones del incendio y las responsabilidades en las que se pueda haber incurrido por parte de los distintos actores implicados. Solo avanzando hacia un modelo de transparencia, de estricto cumplimiento de las normas y de clara responsabilidad social por parte de las empresas podremos hablar de futuro en nuestra región. Y en todo esto las administraciones no están para mirar para otro lado. Aprendamos todos de un aviso como este.

Más información

El veneno es veneno. Cada mes crece el número de estudios que muestran que la contaminación del aire es nociva, incluso durante exposiciones de corta duración o a niveles mucho más bajos que las directrices vigentes de la Unión Europea. [Charles Gasparovic, 8/1/2018]

Normativa

(¿?) Normativa de instalación de hidrantes y su control y revisión (Ayto Gijón / Ppdo. Asturias )

Planes protección civil Asturias

El Consejero de Presidencia del Principado activó el  jueves 4 de enero, a las 18.30 horas, el Plan Territorial de Protección Civil del Principado de Asturias (PLATERPA). Quedó desactivado el viernes 5 a las 10:28 horas [nota de prensa]

Prensa


viernes, 5 de enero de 2018

La nube tóxica del incendio de Riestra dispara la contaminación en todo Gijón

El incendio producido el 4 de enero en Desguaces Riestra disparó los datos de contaminación de forma especial a lo largo de toda la madrugada en gran parte de Gijón, habiendo estaciones que presentan todavía valores espectaculares, situación que se alivió con la lluvia caída a lo largo de la noche, pero que da idea de la gravedad de la situación vivida al cargarse la atmósfera que respiramos de contaminantes a lo largo de toda la tarde y noche.
Incendio en Desguaces Daniel G. Riestra
Este nuevo accidente acredita la incapacidad del Principado y del Ayuntamiento ante estas situaciones. En vez de avisar a la población del riesgo que se venía encima con la nube tóxica originada por el incendio de las chatarras y productos tóxicos presentes, declararon que no había aumentado la contaminación que no había riesgo fuera del perímetro de la empresa.


Como se puede ver con los datos de las estaciones, nada más lejos de la realidad en vista de los pocos datos oficiales de la red de contaminación que nos facilitan. Las estaciones más cercanas al foco (San Andrés, Monteana, Tremañes, Serín, etc.) no ofrecen datos de forma intencionada en continuo.
Detalle de los valores horarios.
Fuente: http://tematico.asturias.es/cecomaweb/mapa.php?parametro=PM10&cana=10&zona=2

Destacan los valores alcanzados de las partículas de menos de 10 micras las PM10, partículas cargadas de contaminantes que llegaron a alcanzar valores muy grandes.

En Alerta sigue esta mañana la estación de Cimadevilla donde el Principado no datos de formada intencionada los valores horarios  con una media de las últimas 24 horas de las PM10 de 69 µg/ m3 que seguro que alcanzo picos de escándalo para presentar esta media lloviendo.

En Alerta siguen la estación de Tremañes donde el Principado no datos de formada intencionada los valores horarios  con una media de las últimas 24 horas de las PM10 de 57 µg/ m3 que seguro que alcanzo picos de escándalo para presentar esta media lloviendo.

En la Arena se alcanzó a las 5 de la madrugada un pico de 211 µg/ m3 de Pm10.

En el Llano se alcanzó a la 1 de la madrugada un pico de 181 µg/ m3 de Pm10.

En la escondida de la Calzada se alcanzó a las 24 de la madrugada un pico de 105 µg/ m3 de PM10.

La OMS estableció en 2005 unos valores límite para partículas PM10 aún más restrictivos que los vigentes en la Unión Europea, en sus Guías de Calidad del Aire. Así, mientras España considera un valor límite promedio anual de 40 µg/m3 de acuerdo al mencionado RD 102/2011 la OMS lo establece en 20 µg/m3.

También se apreció esta misma subida en el caso de las partículas de menos de 2,5 micras las PM2,5 aunque de forma más contenida que las Pm10. Destacando el pido alcanzado en Pumarin donde se llegó a 65 µg/m3

La OMS estableció en 2005 unos valores límite para partículas PM2, 5 aún más restrictivos que los vigentes en la Unión Europea, en sus Guías de Calidad del Aire. Así, mientras España considera un valor límite promedio anual de 20 µg/m3 de acuerdo al RD 102/2011, la OMS lo establece en 10 µg/m3 y un límite de 25 µg/m3 para las 24 horas.

Resulta evidente a la luz de este grave accidente, que no está el Principado y el Ayuntamiento a la altura de sus competencias, para prevenir a la población de los riesgos que estos hechos han supuesto. Esperemos que se investigue lo sucedido y que ahora se haga una buena gestión de los residuos calcinados y de las aguas contaminadas en esta accidente. Esperamos que no se vuelva a producir accidentes como este, porque desguaces tenemos muchos en Asturias , algunos muy cercas de viviendas.

Fuente texto e imágenes: Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

Más información

El veneno es veneno. Cada mes crece el número de estudios que muestran que la contaminación del aire es nociva, incluso durante exposiciones de corta duración o a niveles mucho más bajos que las directrices vigentes de la Unión Europea. [Charles Gasparovic, 8/1/2018]

Normativa

(¿?) Normativa de instalación de hidrantes y su control y revisión (Ayto Gijón / Ppdo. Asturias )

Planes protección civil Asturias

El Consejero de Presidencia del Principado activó el  jueves 4 de enero, a las 18.30 horas, el Plan Territorial de Protección Civil del Principado de Asturias (PLATERPA). Quedó desactivado el viernes 5 a las 10:28 horas [nota de prensa]

Prensa

Sucedió en Oviedo en 2016 y a finales del 2017 aún se mantenía el problema:
¿Cómo estamos en Gijón y en el resto de Asturias?




martes, 2 de enero de 2018

Solicitada reunión con el Consejero responsable de Medio Ambiente


En cumplimiento de nuestros acuerdos y como se decidió en el última reunión de la Plataforma Asturies por un aire Sano de la que formamos parte, se ha solicitado reunión con el Consejero responsable de Medio Ambiente.

Confiamos en que la reunión pueda celebrarse en breve plazo para poder trasladar de manera directa nuestras reivindicaciones al gobierno asturiano.

Transcribimos a continuación  la solicitud que hemos registrado.



DESTINO: Sr. Consejero de Infraestructuras, Ordenación del
Territorio y Medio Ambiente
C/ Trece Rosas nº 2, 33005–Oviedo

ASUNTO: Solicitud de reunión con el
Sr. Consejero de Infraestructuras, Ordenación del
Territorio y Medio Ambiente

xxxxxxxx, con DNI xxxxxxxxx y domicilio a efecto de notificaciones postales en la calle xxxxxxxxxxx de xxxxxxxx y con el correo electrónico xxxxxxx, en representación de la PLATAFORMA ASTURIES POR UN AIRE SANO ante esta Unidad Administrativa comparece y, como mejor proceda en Derecho

EXPONE
Que la PLATAFORMA ASTURIES POR UN AIRE SANO está compuesta por un gran número de organizaciones ciudadanas y personas que queremos contribuir a la mejora de la calidad del aire en Asturies. Lo hacemos desde la preocupación por los niveles de contaminación ambiental existentes en nuestra comunidad y su repercusión sobre la salud de toda la ciudadanía. La salud necesita de la implicación colectiva y del consenso social que tienda a reducir drásticamente los efectos negativos de la contaminación en la salud de la población y en el medio ambiente.

SOLICITA
Una reunión a la mayor brevedad con el Sr. Consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente con el objeto de trasladarle nuestras preocupaciones sobre la situación de la calidad del aire en Asturias; nuestras propuestas de mejora y; por otra parte, deseamos recibir de primera mano por parte del Sr. Consejero información acerca de las medidas que se están adoptando y está previsto adoptar en un próximo futuro así como su valoración acerca de los resultados que se están obteniendo.
A la espera de su respuesta, reciba un saludo y nuestros mejores deseos para este nuevo año.
xxxxxxx, 2 de enero de 2018