Si creemos que los residuos ya no son un problema, entonces la industria no tiene por qué dejar de fabricar cada vez más plásticos.
Por Charles Gasparovic, 9 noviembre 2023, NORTES
La producción cada vez mayor de plásticos por parte de la industria petroquímica, y nuestra adicción a ella, ha tenido consecuencias para el planeta que todos conocemos: las montañas de residuos plásticos en vertederos que filtran toxinas en el suelo y en el agua, el estrangulamiento de la vida marina, los microplásticos en el aire que respiramos y hasta en la leche de los bebés lactantes.
Y como cualquier especie encarando su extinción, continuamos cagando en nuestro propio nido; es decir, eludiendo adoptar una solución sencilla: parar. O si no parar del todo, por lo menos reducir mucho.
Pero ¿por qué no sencillamente reciclar?
De hecho, la industria petroquímica nos dice que es fácil, eficaz y hay al menos dos maneras para hacerlo: mecánica y químicamente. Y, por supuesto, hay un beneficio muy importante para la industria si nos convence: si creemos que los residuos ya no son un problema, no tiene por qué dejar de fabricar cada vez más plásticos.
Actualmente predomina el reciclaje mecánico, en el cual los residuos plásticos se trituran hasta tener tamaños suficientemente pequeños para fundirlos y combinarlos con plástico virgen y hacer nuevos productos. Pero, entre otros problemas, la calidad del plástico fabricado de esta forma se reduce con cada ciclo de reciclaje. Y a pesar de ser el más común, solo alrededor del 6-9% de los residuos de plástico en el mundo se reciclan de esta manera, y la gran mayoría de ellos acaba en vertederos.
Con la propuesta de construir una planta en el Musel desde hace unos años, todos hemos leído sobre unos de los métodos químicos, la pirólisis, pero con pocos detalles y unas afirmaciones completamente falsas, sobre lo “verde”, “bio” o “circular” que es. En principio, la pirólisis descompone los polímeros de los residuos plásticos – por combustionarlos con mucho calor y muy poco oxígeno – para hacer moléculas más simples. Éstas pueden utilizarse como materia prima para formar nuevos plásticos, igual que si procedieran directamente del petróleo. Así que, según las empresas que lo venden, la pirólisis puede superar una limitación importante del método mecánico: puede reciclarse una y otra vez, sin fin.
Fácil, ¿no?
No. Ni fácil, ni bio, ni circular. Y dos informes extensos publicados en octubre de 2023, uno del grupo Zero Waste Europe (ZWE) y otro de La Red Internacional para la eliminación de contaminantes (IPEN en sus siglas en inglés), nos explica por qué. (1,2)
El informe de ZWE fue escrito por Andrew Rollinson, doctorado en ingeniería industrial y experto en la pirólisis y la incineración de residuos. Como experto en el sector, Rollinson nos dice, por experiencia propia, incluso cómo huele y aparece el aceite de pirolisis: mal.
Y con razón. Porque el aceite de la pirólisis de plástico, no es sencillamente materia prima para hacer plástico de nuevo, como estireno para hacer poliestireno o etileno para hacer polietileno. Es una sopa de varios compuestos, incluidos los que se añaden al plástico original para cambiar sus características físicas. Además, hay compuestos nuevos formados durante el proceso de la pirólisis – como el benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y otras sustancias orgánicas – varios de los cuales son tóxicos e incluso cancerígenos.
El informe destaca que, precisamente debido a los contaminantes en el aceite de la pirólisis, no se puede utilizar sencillamente como materia prima para la producción de plásticos de nuevo, a pesar de las afirmaciones de quienes venden plantas de pirólisis. Es más, no es fácil eliminar los contaminantes y requeriría un aporte sustancial de energía que haría el producto mucho más caro.
Alternativamente, se puede diluir el aceite con aceite de petróleo hasta que la concentración de contaminantes sea suficientemente baja. Pero para ajustarse a las reglas vigentes de la Unión Europea sobre sustancias toxicas en productos plásticos, será necesario diluir el aceite hasta cuarenta veces o más con productos que proceden directamente del petróleo. Esta conclusión está respaldada por más de cien referencias técnicas y científicas.
Es decir, solo 2% o menos del aceite de la pirólisis puede ser reciclado para formar plásticos de nuevo. Así que la pirólisis de plásticos ni es una solución eficaz para reciclar los plásticos ni se puede considerar que será parte de una “economía circular”, como han anunciado no solo las empresas sino varios miembros de nuestros gobiernos.
El informe de ZWE trata del uso del aceite como materia prima, pero la pirólisis de plásticos también produce un gas, alquitranes y un residuo sólido (coque), todos con sustancias tóxicas. Debido a la elevada demanda de calor para la pirólisis (entre unos 500º-900º C), es habitual que el gas de la pirólisis se queme para ayudar a suministrar el calor, refutando la afirmación de que la pirólisis no es incineración.
También el residuo sólido se puede quemar como coque en otros procesos industriales. Sin embargo, el sólido de la pirólisis de plásticos tiene una concentración muy alta de metales pesados tóxicos, como el plomo y el mercurio, y por eso será una fuente de emisiones tóxicas importantes en esos procesos.
Hablamos del uso del aceite de pirólisis como materia prima para fabricar nuevos plásticos, pero el otro uso propuesto para el aceite – del cual hemos oído en Gijón – es como carburante, igual que el diésel; es decir, quemarlo en un motor de combustión. Esto refuta las afirmaciones de economía circular. Pero la baja calidad del aceite también afecta a la viabilidad económica del uso de este como carburante. Sí, quema bien. Pero no se puede poner en un depósito de un coche o un camión en la UE sin una reducción previa de contaminantes, lo que será caro y, por lo tanto, no competitivo con diésel directamente de petróleo.
Curiosamente, parece que a ningún miembro del gobierno se le ha ocurrido cuestionar la viabilidad económica de una planta de pirólisis, o por los menos abiertamente en público. Además, la empresa que está intentando vender la planta de pirólisis a Gijón, PRECO – con el respaldo entusiástico del último gobierno municipal – incluso ha denominado este diésel de pirólisis “biodiesel”, a pesar de que procede cien por cien de un producto de petróleo (el plástico). Y muy lamentablemente, la prensa repite con frecuencia esta afirmación sin cuestionarla, lo que contribuye a la confusión del público.
No hay nada “bio” en los productos derivados del petróleo ni, cuando se queman, forman parte de una economía circular. Es sencillamente otra forma de incineración, igual que cualquier otro producto de petróleo. Si podemos denominar al aceite de pirólisis de plástico biodiésel, podemos llamar al diésel de toda la vida “biodiésel” también. Los dos provienen de la misma fuente.
El informe de IPEN está dirigido no solo a la viabilidad técnica de la pirólisis de plásticos sino su viabilidad económica. El informe se enfoca en plantas de pirólisis de plásticos en EEUU, pero también contribuye a una amplia discusión del problema global de plásticos. Igual que el informe de ZWE, los redactores tienen experiencia en el campo industrial de pirólisis. El autor principal es Lee Bell, ex vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de la Sociedad de la Industria del Plástico en EEUU (1979-2001).
Este informe tiene más de 160 páginas, es respaldado por cientos de artículos técnicos y científicos e informes gubernamentales, y llega a la misma conclusión que ZWE respecto a las limitaciones y falsas afirmaciones sobre la pirólisis. Pero también examina detenidamente la historia de las 11 plantas comerciales ya construidas en EEUU hasta septiembre de 2023, ninguna de las cuales ha tenido éxito económico. Las razones son varias, desde fallos en la gestión de residuos tóxicos hasta los costes de productos que no son competitivos en el mercado.
Una pregunta más. ¿Por qué promueve la pirólisis de plásticos la industria petroquímica si no es una solución al problema de plásticos eficaz ni es viable económicamente?
Puede ser que la pirólisis no tenga que ser técnica ni económicamente viable. La industria sólo tiene que convencernos de que lo es – y quizás prometernos unos cuantos puestos de trabajo – para continuar engrandeciendo nuestras montañas de residuos.
1. https://zerowasteeurope.eu/library/leaky-loop-recycling-a-technical-correction-on-the-quality-of-pyrolysis-oil-made-from-plastic-waste/
2. https://www.beyondplastics.org/publications/chemical-recycling